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Huerto resiliente: Estrategias de permacultura frente a lluvias



La permacultura es un enfoque integral que busca crear sistemas agrícolas sostenibles y en equilibrio con el entorno. Una parte crucial de este enfoque es garantizar que el huerto esté preparado para enfrentar variaciones climáticas y cuente con un buen manejo de estrategias.


Este sistema ofrece soluciones sostenibles para hacer los huertos más resistentes a condiciones climáticas cambiantes, como las lluvias intensas. Implementar estrategias que gestionen el exceso de agua y optimicen el drenaje es esencial para proteger los cultivos, evitar la erosión y mantener la fertilidad del suelo.


Aquí dejamos cinco estrategias clave para aplicar en el huerto y fortalecer su resiliencia frente a lluvias:


  1. Crea zanjas de infiltración: Las zanjas o “swales” son canales poco profundos que captan y retienen el agua de lluvia, permitiendo que se infiltre lentamente en el suelo. Esto mejora la hidratación y distribuye el agua de forma uniforme, reduciendo la erosión y beneficiando la salud del huerto.


  2. Usa camas elevadas: Las camas elevadas se construyen levantando el nivel del suelo y rellenándolas con una mezcla de compost, tierra fértil y materiales de drenaje, como arena o grava. Esto mejora el drenaje natural, evitando que las raíces se inunden o pudran. Además, el suelo en camas elevadas se calienta más rápidamente en primavera y mantiene mejor la humedad en épocas de sequía, lo cual favorece un crecimiento más saludable y continuo de los cultivos.


  3. Aplica cobertura vegetal: Cubrir el suelo con materiales naturales como paja o hojas ayuda a reducir la evaporación, mantener la humedad y evitar la compactación del suelo durante lluvias intensas. Además, al descomponerse, esta cobertura enriquece el suelo con nutrientes.


  4. Implementa sistemas de captación de agua: La captación de agua se suele hacer instalando depósitos o barriles conectados a los techos de las casas, cobertizos o invernaderos mediante canaletas y tuberías. Esta infraestructura sencilla permite recoger grandes cantidades de agua de manera eficiente durante las lluvias y almacenarla para riegos futuros. Esta práctica refuerza el principio de cerrar ciclos en la permacultura, aprovechando y reutilizando recursos de manera óptima para cuidar el ecosistema y mejorar la resiliencia de los cultivos.


  5. Diseña canales de bio-drenaje natural: Pequeños canales o drenajes con piedra y grava facilitan un flujo controlado del agua hacia zonas de infiltración o almacenamiento, protegiendo las raíces y evitando encharcamientos. Permiten dirigir el agua de manera controlada y aprovecharla en otras partes del sistema de cultivo. Pueden integrarse con otras prácticas para maximizar su beneficio. Por ejemplo, se pueden conectar a zanjas de infiltración (swales) o a áreas de cultivo con plantas que prosperan en suelos húmedos.


Estas estrategias no solo ayudan a enfrentar desafíos como las lluvias intensas o la falta de agua, sino que también fomentan un uso más consciente y eficiente de los recursos naturales.


Al integrar estos elementos, se promueve un huerto equilibrado, que cuida la salud del suelo, protege los cultivos y reduce la necesidad de intervención externa, contribuyendo así a un entorno más autosuficiente y en armonía con la naturaleza.

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